A simple vista, podríamos creer que la arquitectura y la perfumería son dos mundos opuestos, distantes y ajenos entre sí, como si no compartieran un solo latido. Pero, lo cierto es que existe un universo oculto más allá del que los ojos alcanzan a percibir.
Fragancias con memoria: Arquiste
Carlos Huber, arquitecto mexicano, supo ver esta sinergia a través de la singularidad que lo define. Para él, los materiales de construcción se convierten en esencias y aceites; los ornamentos en notas de salida; la estructura en el corazón de la fragancia; y los cimientos, en acordes de fondo que perduran en la piel. Cada línea, proporción y ángulo pasan a ser los ingredientes que dan forma al equilibrio de las fragancias.

Y así nació Arquiste Parfumeur, como una restauración olfativa del pasado, una edificación de fragancias en el presente. Aromas, bellos y complejos, que rinden tributo a la historia y abrazan la modernidad a través de perfumes creados mediante la precisión arquitectónica de su fundador con materiales de alta calidad, sostenibles y de origen responsable. Lo sublime de lo efímero.
Huber cursó primero estudios de arquitectura en prestigiosas universidades de su ciudad y de París, y posteriormente se graduó con honores en Conservación Histórica en la Universidad de Columbia de Nueva York. Tras diseñar espacios comerciales con referencias históricas, y dados sus estudios sobre el papel de los indicios no visuales en la interpretación de lugares, colaboró con narices de prestigio internacional para recuperar las notas olfativas de momentos históricos.
Además, ha colaborado con marcas como Vacation Inc, Cire Trudon, St. Regis Hotels & Resorts, J.Crew y El Palacio de Hierro para crear sus fragancias exclusivas a medida. Huber es “diseñador de fragancias” – o arquitecto de estructuras olfativas invisibles -, que no ‘nariz’ (maestros perfumistas). Para esta tarea, se ayuda de perfumistas como Rodrigo Flores-Roux, Yann Vasnier y Calice Becker, tres grandes perfumistas de Givaudan.
En definitiva, Arquiste es una traducción arquitectónica de los sentidos. Son sus aromas los que hacen posible que vivamos, olfativamente hablando, momentos de épocas a las que no hemos pertenecido. Como bien dice su fundador, “nos transportan a otro lugar en el tiempo”.
Los 3 perfumes más icónicos de Arquiste Parfumeur
MISFIT
Cada perfume de Arquiste Parfumeur es una cápsula del tiempo que nos transporta a mundos lejanos. La travesía olfativa de Misfit, una fragancia ambarina y amaderada desarrollada por Rodrigo Flores-Roux, lleva a nuestro barco a atracar en el Puerto de Marsella, en Francia. En este punto, percibimos el encanto de la nuez moscada, la esencia de semilla de zanahoria, la lavanda francesa y las semillas de ambreta, que aportan esa faceta cálida y seductora.
Una vez en la ciudad, un dormitorio de la Ciudad de la Carne, donde lo indeseable vuelve a ser deseado, se sitúa como nuestro destino. Frecuentada por bohemios y prostitutas, dejan un rastro aterciopelado de las esencias de pachulí, a la vez que se intuyen las sombras del Akigalawood y el styrax. La estrella de la escena, un chal de cachemira sobre la cama, que rezuma elegancia e irradia suavemente el concreto de jara española, entremezclado con los matices exóticos del haba tonka venezolana y el bálsamo de Tolú, que suavizan la terrenalidad carnal asociada a la contracultura.
THE ARCHITECTS CLUB
Con solo una atomización de The Architects Club, el amaderado y avainillado de la familia, automáticamente nos encontramos en el Londres de 1930. El olor, estela y duración de este perfume, creado por Yann Vasnier, es muy potente, al igual que toda su inspiración.
Es la hora del cóctel en el salón de fumadores Art Déco más elegante de Mayfair. Aquí, un grupo de arquitectos deja a su paso un rastro de aceite de bayas de enebro, raíz de angélica y aceite de piel de limón. Se apoderan del lugar. Su aroma empieza entrelazarse delicadamente con el cálido interior, repleto de maderas oscuras, cuero y terciopelo, de ahí los acordes de madera de pimienta, madera de guayaco y madera de roble. Tras el primer cóctel de martinis escarchados, las risas se pierden entre fuertes nubes de humo avainilladas, las cuales se tornan reconfortantes y húmedas, que combinan a la perfección con su fondo ambarino.
L´ETROG ACQUA
Con L’Etrog Acqua, otro jugo elaborado por Rodrigo Flores-Roux, viajamos a un preciso instante: ese primer respiro de los agricultores en la alborada de las mañanas de octubre de 1175 en Calabria, Italia. Refleja el momento en que los primeros rayos del sol azotan las hojas y frutos de los verdes campos: la esencia de la hoja de mirto, el cedro de Calabria, el limón de Sicilia, la mandarina italiana, el petitgrain limonero y la bergamota marcan el primer destello del dia, desvelando su luminosidad. Ya maduros, con el agua del rocío matutino absorbida, están listos para ser cosechados con las herramientas de madera que los trabajadores extraen de su boscosa cabaña.
Este jugo, puramente clásico e italiano, posee un sillage tridimensional, casi cítrico en su totalidad, que se teje a través de la base amaderada y seca de la lavanda mediterránea, el ládano, la madera de cedro y el vetiver.
Visita la página oficial de Arquiste.
Otras marcas de perfumes icónicas:
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Last Updated on June 9, 2025 by Editorial Team

Graduado en Periodismo e Información y Documentación por la Universidad de Murcia y Máster en Comunicación de Moda y Belleza VOGUE-UC3M. Apasionado de la moda, amante de los perfumes nicho y friki de la cosmética. Intentando hacer de Madrid un hogar mientras descubro todo lo que me depara. Nunca (pero nunca) salgo de casa sin protector solar y sin llevar encima un bálsamo de labios y una crema de manos. ¡Ah, y soy adicto al buen comer (mi mayor vicio es la red velvet)! Un cáncer muy cáncer.