Rolex tiene un historial de más de un siglo en el diseño y la ingeniería de relojes en sintonía con los cambiantes paisajes sociológicos.
Uno de los primeros proveedores de relojes de pulsera y el creador del primer reloj de pulsera propiamente impermeable, el primero propiamente preciso y el primer reloj de pulsera automático – todos ellos creados en un esfuerzo por preparar al cronómetro de mano para su papel esencial en los siglos XX y XXI -, incluso en sus primeras etapas Rolex ejemplificó una comprensión única de su entorno sociológico. En otras palabras, Rolex siempre ha analizado discretamente el estilo de vida de sus futuros clientes y ha creado características, soluciones de ingeniería y diseños que, la mayoría de las veces, han demostrado servirles para toda la vida.
En 1957, Audrey Hepburn cautivaba a Hollywood, Sylvia Earle obtenía su Master of Science, Françoise Sagan agitaba el panorama literario y la diseñadora de moda Adèle Simpson tenía a Nueva York clamando por sus últimas creaciones. No menos femeninas que sus madres, disfrutaban de nuevos y activos estilos de vida. Hans Wilsdorf, el fundador de Rolex, lo comprendió: la mujer moderna quiere manejar su tiempo para controlar su destino. Necesitaban tanta precisión como los hombres.
Y así, en 1957, nació el clásico reloj femenino de Rolex, el Lady-Datejust. No nos sentimos fuera de lugar al decir que ha sido un reloj femenino icónico desde entonces. Sus proporciones más reducidas, aunque dotadas de la elegancia que lo caracteriza, plantearon un nuevo reto de ingeniería: el de crear un movimiento mecánico lo suficientemente pequeño que rindiera con los mismos altos estándares de cronómetro que sus homólogos de mayor tamaño en los relojes de hombre.
Verás, cuanto más pequeño es el movimiento, más pequeños son la espiral, el volante y el muelle real que los acciona, y cuanto más pequeños son estos componentes, más difícil es que funcionen de forma fiable según el diseño en varias posiciones y bajo diferentes temperaturas.
Si echamos la vista atrás a sus 65 años de historia, el Rolex Lady-Datejust sigue siendo hoy en día el reloj femenino por excelencia, que se ve en la muñeca de las Testimonios Rolex, así como de muchas otras mujeres campeonas, virtuosas y científicas destacadas de todo el mundo.
Con el primer reloj Lady-Datejust hace unos 65 años, Rolex ya tuvo éxito en esta empresa – y desde entonces, el Lady-Datejust ha sido un guardatiempo magníficamente preciso y robusto que ha servido a generaciones de mujeres de gran éxito en todo el mundo.
El actual reloj Rolex Lady-Datejust mide unos femeninos 28 milímetros de diámetro y, sin embargo, tiene una clasificación de estanqueidad hasta una profundidad de 100 metros -lo que significa que su icónica caja Oyster es notablemente robusta y duradera-, y combina un movimiento mecánico altamente especificado desarrollado y producido íntegramente por Rolex según sus estándares de Cronómetro Superlativo. Con la indicación instantánea de la fecha, el sistema perpetuo de cuerda automática, la espiral de silicio, los amortiguadores Paraflex y las 55 horas de reserva de marcha, el reloj Lady-Datejust está totalmente equipado para realizar tranquilamente todas sus tareas con la máxima excelencia.
Fácilmente configurable a gusto de cada uno en el sitio web Rolex.com, el reloj Lady-Datejust puede ser visto lucido por los Testimonios Rolex de todo el mundo, entre ellos la bióloga marina Sylvia Earle, la campeona de golf Annika Sörenstam, la cantante Dame Kiri Te Kanawa, la prodigiosa pianista Yuja Wang, así como otros muchos campeones, virtuosos y científicos de primera línea.
Tras 65 años de historia, el Rolex Lady-Datejust sigue siendo hoy el reloj femenino por excelencia.
Para más información sobre el reloj y su precio, visite rolex.com.
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Last Updated on March 19, 2024 by Editorial Team
David, de Hungría, es un escritor dedicado centrado en la alta relojería. Su experiencia se refleja en sus contribuciones a revistas de relojes de renombre internacional, donde profundiza en las complejidades y la artesanía de la alta relojería.