Hay pocos auténticos iconos en el mundo del motor, y Rolls-Royce es sin duda uno de los más brillantes. Una marca que normalmente no necesita presentación se encuentra ahora en un mercado nuevo y bastante diferente, en el que quizás una reintroducción le vendría bien. El Black Badge Spectre es algo totalmente diferente, pero sigue siendo, por dentro y por fuera, inconfundiblemente un Rolls-Royce.
Completamente eléctrico Rolls-Royce Black Badge Spectre
El Black Badge Spectre es el primer modelo totalmente eléctrico de la familia Rolls-Royce, y ya domina las ventas mundiales: ocupa el primer puesto en Europa y el segundo en todo el mundo. Y no escatima en potencia: con 659 CV en la versión Black Badge Spectre que probamos, es el modelo más potente de la historia de la marca.
Pero, ¿por qué tanta potencia? El concepto nació de datos anónimos recogidos de modelos anteriores. Rolls-Royce rastreó las necesidades y preferencias de sus clientes e identificó el principal objetivo de esta línea: un público más joven, ágil y ávido de prestaciones. De ahí el botón «Infinity Mode» del volante, diseñado para liberar toda la fuerza del motor. El «Spirited Mode» permite al Black Badge Spectre ofrecer oleadas de aceleración intensa e instantánea. Desde parado, un botón desactiva simultáneamente los frenos y el acelerador, seguido de una vibración y un indicador que señalan que el coche está listo para un sprint de 0 a 100 km/h en sólo 4,1 segundos. Es como entrar en un videojuego.
Este atractivo para una clientela más joven y exclusiva va más allá de las características propias de una PlayStation. Tras diseñar el Black Badge Spectre basándose en sus preferencias, Rolls-Royce envió una flota estrictamente limitada a un selecto grupo de clientes fieles para que lo probaran, en virtud de un discreto «acuerdo clandestino» que exigía total secretismo. El misterio no hizo sino aumentar la expectación en torno a un lanzamiento ya de por sí muy esperado.
La exclusividad también es la palabra clave en lo que respecta a la estética. Rolls-Royce se enorgullece de su nueva pintura Vapour Violet, inspirada en la cultura de club de los años ochenta y noventa. Sin embargo, también ofrece a los clientes la opción de crear su propio color a medida en colaboración con los diseñadores de la marca. Además, el sistema operativo «Spirit» permite una mayor personalización del interior, con cinco temas interiores cambiables en cualquier momento y acceso a la comunidad digital de la marca, Whispers. En esencia, no hay dos modelos Black Badge Spectre iguales.
One detail that may—or may not—come as a surprise: the Black Badge Spectre is typically the second Rolls-Royce in a garage of seven. One might assume this is due to scepticism around the electric drivetrain, but the truth is that its use is determined by other factors—perhaps more dynamic, sportier contexts.
That’s because, when it comes to efficiency and performance, the electric motor has proven robust, as shown by numerous case studies highlighted by the British marque. A client in Dubai has already clocked up almost 13,000 km in a year, while an English entrepreneur regularly completes a 480 km round trip between Suffolk and Goodwood. Is it reliable? Absolutely.
Un detalle que puede -o no- sorprender: el Black Badge Spectre suele ser el segundo Rolls-Royce en un garaje de siete coches. Uno podría suponer que esto se debe al escepticismo en torno al tren motriz eléctrico, pero lo cierto es que su uso viene determinado por otros factores, quizá contextos más dinámicos y deportivos.
Y es que, en lo que se refiere a eficiencia y prestaciones, el motor eléctrico ha demostrado su solidez, como demuestran los numerosos casos prácticos destacados por la marca británica. Un cliente de Dubai ya ha recorrido casi 13.000 km en un año, mientras que un empresario inglés completa regularmente un viaje de ida y vuelta de 480 km entre Suffolk y Goodwood. ¿Es fiable? Absolutamente.

Nuestra prueba de conducción confirmó los datos técnicos facilitados por Rolls-Royce. Disfrutamos de verdad, en la pista y fuera de ella. Y «disfrutar» es la palabra correcta. ¿La primera impresión? Sorprende lo rápido que gana velocidad, más aún teniendo en cuenta que es el primer motor eléctrico de la marca. En Cataluña, lo sometimos a pruebas de aceleración que nos inmovilizaron en el asiento y a pruebas de agilidad entre conos que pusieron de manifiesto la capacidad de respuesta del Black Badge, a pesar de su imponente diseño y su pesada herencia. Este no es el Rolls-Royce consagrado en el imaginario colectivo del lujo, y lo demostró de forma convincente cuando la teoría se convirtió en práctica.
¿El único inconveniente? Inevitablemente, el precio: a partir de medio millón de euros. Pero la verdad es que nos enamoramos del Black Badge Spectre y nos resistimos a volver a la tierra. Esa sensación de «paseo en alfombra mágica» tan característica aún perdura, y a pesar del juvenil envoltorio repleto de características que nos encantaría ver en todos los coches, esto es lo que hace que un Rolls-Royce sea realmente un Rolls-Royce.
Visita la página web oficial de Rolls-Royce para obtener más información.
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Last Updated on May 22, 2025 by Editorial Team

Como editor jefe, Raffaele infunde a la revista un toque cosmopolita, basándose en sus experiencias en Londres, Berlín, Nueva York y Barcelona. Su trayectoria de 20 años en marcas de lujo, junto con su amor por los viajes y la gastronomía, enriquece el contenido de la revista.