Hablar de las fragancias de Maison Francis Kurkdjian es hablar de la materialización del savoir faire francés en general y el savoir vivre parisino en específico. En 2009, tras quince años de experiencia en el sector de la perfumería, Francis Kurkdjian decide cofundar su marca homónima junto a Marc Chaya, su mejor amigo y actual director general de la marca. Un periplo que surge con el objetivo de capturar la esencia de París en cada una de sus creaciones, ciudad que vió crecer y triunfar a este nariz contemporáneo. Ha sido el virtuoso de fragancias tan emblemáticas en el mundo de la perfumería como Le Male de Jean-Paul Gaultier – un éxito en ventas mundial que creó con tan solo 25 años y que le catapultó a lo que es hoy día -. Además, en su cartera de perfumes acumula más de cuarenta firmas como Yves Saint Laurent, Dior, Lancôme, Guerlain o Narciso Rodríguez, entre otros.
Su pasión, determinación y devoción por los aromas han hecho que Kurkdjian se haya mantenido fiel a los valores y la tradición de la perfumería fina, desde que a los quince años se diera cuenta que quería ser perfumista, a la vez que ha roto moldes y ha dirigido sus creaciones hacia nuevas instalaciones olfativas que no habríamos imaginado hace una década.
Los 3 perfumes más icónicos de Maison Francis Kurkdjian
AQUA UNIVERSALIS
Esa sensación de bienestar de una camisa blanca recién lavada y planchada. Eso es Aqua Universalis y esa es la acepción que encontraríamos si este perfume tuviese un hueco en el diccionario. Aunque fue de las primeras creaciones de la marca, sigue atesorando la refrescante y atemporal impronta del agua de colonia. Su frasco guarda un aroma brillante y refrescante, de esos a los que todos volvemos alguna vez a lo largo de nuestra vida.
Su pirámide olfativa rompe con una salida cítrica y luminosa; su cuerpo da paso a la sutileza de las flores blancas frescas y se asienta en la piel a través de la rosa de Marruecos, el jazmín de Egipto y el almizcle, tan característico de los olores a limpio. Sin lugar a duda, la trascendencia de este perfume no es cómo huele, sino cómo nos hace sentir.
OUD SATIN MOOD
Como perfumista que fusiona la perfumería más artesanal con las técnicas más actuales, la casa francesa no podía no rendir homenaje al oro negro de la perfumería, una de las materias primas más valiosas usadas desde la antigüedad: la madera de oud.
Así como lo hace cualquier prenda de satén, este eau de parfum mezcla la ligereza de las notas de rosa de Bulgaria y de violeta con los acordes de Styrax y rosa de Turquía para dejar brillar, por último, la opulencia del Oud de Laos, el Benjuí y la vainilla. Una fragancia floral ambarina amaderada llena de profundidad para quien busca suspender el tiempo.
BACCARAT ROUGE 540
Nace de una colaboración con Baccarat, la icónica firma francesa de cristalería, y no lo hace de cualquier forma: el color rojo del cristal de su frasco surge de fundir gradualmente cristal
transparente con polvo de oro de 24 quilates, de lo que se obtiene el rouge à l’or (rojo hecho de oro).
Inspirado en el proceso de fusión del cristal, lo que hace tan icónica a esta creación es la magia con la que combinan sus notas florales, ambarinas y amaderadas: jazmín, azafrán, Ambroxan y cedro rojo. Una creación misteriosa que con los años se ha convertido en la obra más admirada de la maison y que ha sido catalogado como el perfume de los ángeles. Y aunque toda comparación es odiosa, podríamos decir que la Torre Eiffel es a París, lo que Baccarat Rouge 540 a la casa de perfumería francesa: un emblema que no deja de cosechar adeptos, tanto en la calle como en redes sociales. Tanto es así que este aroma tan característico ya posee un legado olfativo denominado como perfumes Rouge.
En definitiva, los jugos de Maison Francis Kurkdjian tienen ese je ne sais quoi, esa elegancia innata de los franceses, que envuelve y atrapa a cualquiera que se acerque a una de sus fragancias, como lo hacen las calles de París.
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Last Updated on May 15, 2024 by Editorial Team
Graduado en Periodismo e Información y Documentación por la Universidad de Murcia y Máster en Comunicación de Moda y Belleza VOGUE-UC3M. Apasionado de la moda, amante de los perfumes nicho y friki de la cosmética. Intentando hacer de Madrid un hogar mientras descubro todo lo que me depara. Nunca (pero nunca) salgo de casa sin protector solar y sin llevar encima un bálsamo de labios y una crema de manos. ¡Ah, y soy adicto al buen comer (mi mayor vicio es la red velvet)! Un cáncer muy cáncer.