Desde 1893, la casa catalana de joyería Masriera es la única colección de Art Nouveau que se produce ininterrumpidamente en el mundo.
Sumergirse en el mundo de la joyería es adentrarse en un universo donde la creatividad y la artesanía se entrelazan para dar vida a piezas únicas y atemporales. En este reino una casa se erige como faro de excelencia y tradición: Masriera ha sido el guardián del legado del Art Nouveau en España dese 1893. La casa joyera se ha configurado como un testigo del paso del tiempo con una historia que se remonta más de un siglo. La joyería barcelonesa ha mantenido viva esa llama, siendo la única colección de Art Nouveau que se produce ininterrumpidamente en el mundo.
A finales del siglo XIX, la barcelona modernista, junto con París y Viena, entró en su punto más algido. La Ciudad Condal estaba en el centro de la vanguardia europea en muchos aspectos, pero en los campos artísticos destacaba la arquitectura, el arte, el teatro y el diseño. A la vanguardia del diseño de joyas estaba el gran orfebre español Lluis Masriera i Rosés, que desempeñó un papel fundamental en el movimiento modernista.
Lluis Masiera procede de tres generaciones de artistas y joyeros en las que su padre y su tío eran pintores y plateros. El orfebre creció pues en un entorno artístico privilegiado. Empezó como aprendiz a los 15 años, en la empresa de joyería familiar, y alrededor de 1889 estudió en la Academia de Bellas Artes de Ginebra, donde recibió clases del famoso esmaltador Edward Lossier. Fue en París donde Masriera frecuentó salones y galerías para conocer entonces el Art Nouveau y la obra de René Lalique.
Esos conocimientos adquiridos resultaron en que cada pieza de la casa joyera sea una obra maestra en sí misma gracias a la fusión trabajada de técnica y diseño. Los artesanos de Masriera emplean técnicas ancestrales, como el esmalte al fuego, —que tiene sus orígenes, alrededor de 1400 A.C.; principalmente en Persia, Egipto, y sobre todo en China—, que requiere un dominio excepcional del calor y del color para lograr efectos y colores vibrantes. Además, Masriera también es conocida por su meticuloso trabajo en filigrana, una técnica que implica la manipulación de finos hilos de metal para crear los diseños.
Masriera combina las influencias del modernismo catalán con los diferentes elementos del Art Nouveau: sus diseños se caracterizaban por formas orgánicas, motivos florales y una paleta de colores vibrantes para crear sus exquisitas joyas, todas inspiradas a partir de un archivo histórico de más de 4.000 dibujos originales.
Y es que el legado más significativo de Masriera no se basó en metales preciosos ni en piedras preciosas, sino en papel y pintura. Durante toda su vida, Lluis Masiera diseñó y archivó meticulosamente más de 2.000 piezas de joyería en 100 álbumes encuadernados en piel. Para cada diseño, Masriera elaboraba una representación pintada a mano antes de esculpir un molde de metal. Cada registro de diseño incluía la fecha de creación, el destinatario, los materiales empleados y el costo. Estos archivos permiten a la familia Bagués recrear con precisión algunos de los mejores ejemplos de diseños Art Nouveau en términos de escala, color y forma, conservando la esencia de las piezas originales.
Así, una curiosidad fascinante más sobre Masriera es su estrecha relación con el mundo del arte. A lo largo de los años, la casa ha colaborado con destacados artistas y diseñadores, fusionando la estética del Art Nouveau con las tendencias contemporáneas. Esta fusión de arte y joyería ha dado lugar a piezas únicas y vanguardistas, que han cautivado a coleccionistas y amantes del arte de todo el mundo. Hoy en día, sus joyas también se pueden encontrar en museos y colecciones de arte privadas entre los barceloneses, algunas de cuyas familias han acumulado los diseños durante cuatro generaciones.
Además de su calidad artística, la casa joyera también ha sido pionera en la innovación técnica desde sus primeros días, abrazando nuevas tecnologías y métodos de producción, combinando la tradición con la modernidad propia de Cataluña para crear joyas que traspasan fronteras temporales y culturales. El éxito de Lluis Masriera i Rosés como orfebre fue también muy importante, ya que ideó un sistema de moldes cuya existencia hace posible la reproducción de las piezas en la actualidad. También fue una de las primeras casas de joyas en utilizar la técnica del guilloché, que consiste en grabar patrones intrincados en metal, añadiendo una dimensión adicional de detalle a las piezas.
En la actualidad, Masriera continúa su legado con el compromiso con la calidad y la creatividad en su tradición, un faro de inspiración en el mundo de la alta joyería.
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Last Updated on May 22, 2024 by Editorial Team
Alba, natural de las Islas Canarias, ha sido periodista freelance y corresponsal durante muchos años. Ha cubierto historias en Londres, Ámsterdam y Madrid para la revista Esquire, la revista Marie Claire y el periódico El Mundo. Especializada en Arte y Cultura, aporta una perspectiva fresca a su trabajo, basándose en su experiencia en periodismo y curaduría de museos.