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Diseñando Sueños: Un vistazo a la mente creativa de Cristina Celestino
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Diseñando Sueños: Un vistazo a la mente creativa de Cristina Celestino

Arquitecta y diseñadora Cristina Celestino

Cristina Celestino es arquitecta y diseñadora, y nació en Friuli-Venecia Julia, la única región italiana con fronteras terrestres llanas. Su lugar de nacimiento, que podría parecer un detalle fuera de contexto, es, en cambio, un factor distintivo del bagaje cultural de la diseñadora. Diversas invasiones a lo largo de los siglos entraron en Italia por la puerta friulana, lo que, junto con las guerras, trajo consigo costumbres, hábitos y platos diferentes. La mezcla de poblaciones y lenguas contribuyó a crear la cultura italiana contemporánea. Probablemente, no es casualidad que Lella Vignelli y Gae Aulenti, figuras reconocidas internacionalmente que hicieron historia en el diseño y la arquitectura, también procedieran de Friuli Venezia-Giulia.

Tras licenciarse en la Escuela de Arquitectura IUAV de Venecia, Cristina Celestino se trasladó a Milán en 2005, donde abrió su estudio y creó su marca, Attico Design, en 2013. Su formación en arquitectura le permitió abarcar desde el diseño de interiores hasta el de productos, centrándose en la investigación y la innovación.

Sus numerosos proyectos incluyen materiales, como cerámica y terracota para Fornace Brioni, Botteganove, Cedit, elementos de mobiliario y accesorios para Ames, Billiani, Etel, Kaldewei, Kundalini, Gervasoni, Moooi, Gebruder Thonet Vienna, Nilufar, Paola C, Pianca, accesorios y diseño de interiores para Fendi, Sergio Rossi, Experimental Group, Palazzo Avino y otros. Varios premios internacionales, entre ellos Salón del Mueble de Milán y Premios Alemanes de Diseño, han distinguido sus productos. En 2022, fue elegida Diseñadora del Año en Maison&Objet.

Jardín italiano, colección de Cristina Celestino para Fornace Brioni, foto Mattia Blasamini

Cristina Celestino: la entrevista

 

¡Hola Cristina! Es un placer tenerte aquí.

¿Cómo te convertiste en diseñadora? ¿Qué te inspiró?

Siempre me ha gustado dibujar, pintar y las actividades creativas en general, así que para mí era casi un hecho matricularme en una escuela de arquitectura o diseño. Por tanto, en parte por proximidad geográfica, la elección recayó en la Escuela de Arquitectura IUAV de Venecia, donde me licencié en arquitectura.

Y si volviera atrás, volvería a estudiar arquitectura, facultad que me permitió profundizar en mis conocimientos y mi pasión por la historia de la arquitectura. Mientras estudiaba, aprendí sobre los productos de los grandes arquitectos y, con el tiempo, también empecé a coleccionar piezas de diseño. De hecho, compraba objetos de colección para verlos de cerca, estudiarlos y aprender más sobre materiales y técnicas de construcción.

Mientras tanto, me trasladé a Milán, donde me encontré inmersa en un ambiente muy diferente, en el que muchas actividades se centraban en el producto y su diseño, por supuesto, pero también en la comunicación, la fotografía, el estilismo, y así, poco a poco, me fui acercando a ese mundo, y a la producción, la cadena de suministro, los pequeños proveedores, las pequeñas empresas, los vidrieros, las fundiciones de metal, los carpinteros y otros. Participé en SaloneSatellite en 2012 por primera vez, lo que marcó el camino del diseño para mí por aquel entonces.

 

¿Qué significa ser diseñador hoy en día?

No es fácil definir lo que significa ser diseñador hoy en día, este trabajo es cada vez más híbrido y tiene mil facetas diferentes. Diferentes creativos pueden interpretar el diseño de mil maneras distintas, y es natural que así sea. Las múltiples facetas han permitido que el diseño se adapte a una realidad profundamente cambiada, en comparación con los años setenta. El diseñador diseña espacios, productos, comunicación, investiga materiales y estudia procesos de construcción: todas estas actividades ofrecen todas las caras de una profesión polifacética.

Palacio Avino, foto Davide Lovatti

¿Puede el diseño mejorar la vida?

Desde luego que sí. El diseño mejora la vida, aumenta la calidad de los espacios y enriquece el disfrute de la arquitectura interior. El diseño también nos permite tener una mejor relación con los objetos, disponer de productos más razonados, y también poner en marcha cadenas de suministro y procesos de producción. Desde mi punto de vista, el diseño se compone de una investigación continua, que es su hilo conductor, y de una parte más “instintiva”, que expresa el componente más lúdico e irracional de la fase de diseño. La combinación de estos dos aspectos conduce al diseño definido y razonado que mejora la vida de las personas.

 

Tu trabajo oscila entre el diseño de productos, el diseño de interiores y las instalaciones temporales. ¿Cuáles son tus proyectos favoritos?

En general, prefiero los proyectos que me permiten expresarme al máximo. Esto significa que disfruto diseñando arquitectura de interiores, pero aún más cuando puedo diseñar interiores y productos a medida, tanto en mobiliario como en acabados. Los materiales, las superficies, son proyectos muy interesantes: aunque sean bidimensionales, son parte integrante de la arquitectura y contribuyen a definir la percepción de las estancias. Quizá también por eso, aunque he diseñado muchas instalaciones temporales, stands y exposiciones, prefiero diseñar arquitectura permanente, donde también me ocupo de los materiales y el mobiliario.

Cama Plumeau, de Cristina Celestino para Gervasoni

¿Y cuál es tu material favorito?

No tengo uno: de hecho, lo bonito de mi profesión es que me permite experimentar y diseñar con distintos materiales. Siempre me han atraído mucho los materiales naturales, por los efectos que producen, ya sea mármol, cerámica, terracota, superficies materiales con características únicas, que añaden valor a los espacios y a la arquitectura interior. Mi primera dirección artística fue en 2015, con Botteganove, cuando la empresa quiso hacer la transición de subcontratista a marca con reputación, y a partir de ahí empezó mi historia con las superficies materiales. Después de Botteganove, seguí diseñando con Fornace Brioni, con quien experimenté con la terracota, y con Cedit. Trabajar con superficies es muy interesante, y nos permite construir espacios que se adaptan a nuestras necesidades de diseño.

 

¿Qué características tiene un espacio comercial contemporáneo? ¿Qué es lo que más atrae a los clientes?

No es fácil definir lo que más atrae a un cliente en un espacio comercial hoy en día, porque las lógicas que rigen la experiencia de compra evolucionan constantemente. Por un lado, siempre es necesario dar el énfasis adecuado al producto, que no debe perderse en un contenedor dominante; por otro, sin embargo, el envoltorio/espacio comercial debe formar parte de un proceso de pensamiento que refleje el concepto de marca. Además, incluso cuando se trabaja con marcas de lujo, siempre hay que tener en cuenta que la experiencia de compra está abierta a clientes muy diferentes, por lo que el ambiente debe ser inclusivo.

Panorama, sofá de Cristina Celestino para Etel

Cuando diseñas, ¿en qué te inspiras?

Por lo general, mis inspiraciones proceden de mezclar la investigación con referencias históricas y culturales. Tanto si se trata de una marca de moda como de una empresa de muebles, siempre tengo en cuenta la identidad del cliente, los signos icónicos y los materiales típicos, e imagino el futuro desarrollo de la marca. Haber trabajado con Fendi o Sergio Rossi, en este sentido, fue muy útil porque había archivos en los que basarse e historia de la que tomar referencias.

Trabajar con marcas de moda, en ese sentido, es más fácil, porque suelen tener una dirección creativa que impulsa la supervisión. Las distintas marcas de diseño, en cambio, siguen sin tener ese tipo de coherencia, a veces tienen productos diferentes entre sí sin un hilo conductor claro, y eso no facilita las cosas. Dicho esto, me encanta la arquitectura, y de ella saco muchas de mis inspiraciones, a veces incluso de arquitecturas sin una historia destacable, pero no por ello menos interesantes.

 

Hablando de clientes, ¿qué tipo de cliente es tu favorito?

Cuando empiezas a trabajar, piensas que el mejor cliente es el que te deja libre, sin dar instrucciones, pero no es así. O más bien, puede serlo si tienes una larga relación de colaboración con una marca, y has tenido la oportunidad de entrar en su dinámica, en su forma de trabajar.

Por el contrario, los briefs más precisos son más desafiantes, porque hay más cosas en juego, y trabajas con datos detallados (y, con suerte, el cliente los ha evaluado correctamente). Al final, sin embargo, un buen producto es el resultado de una colaboración al 100%, tanto desde el punto de vista de la producción como del briefing conceptual.

Tienda de Sergio Rossi en Via Spiga, Milán, diseño de Cristina Celestino

Para ti, ¿cuál es el mejor lugar del mundo para trabajar en diseño?

Creo que Italia sigue siendo un lugar perfecto para trabajar. Aquí se encuentran las pequeñas empresas, las habilidades artesanales, los materiales y tradiciones más antiguos, junto con la innovación y la investigación. Incluso cuando se trabaja con clientes extranjeros, la producción siempre se hace en Italia.

 

¿Tres cosas que te llevarías a una isla desierta?

Un reloj, a mi hija y un buen bloc de dibujo con lápices para poder entretenernos juntos.

 

¿Cuál es tu ciudad favorita?

Sin duda, ¡Venecia!

Y en Venecia, ¿cuáles son los cinco lugares que no debes perderte?

 

Gracias por la entrevista; ¡ha sido un placer charlar contigo!

Página web de Cristina Celestino

 

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Last Updated on March 17, 2024 by Editorial Team

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